Navigation
Navigation
Δευτέρα 14 Δεκεμβρίου 2015
Manuel Antonio y el vanguardismo gallego
La gran figura del vanguardismo gallego fue sin duda Manuel Antonio (1900-1930) quien, junto con el pintor Álvaro Cebreiro, publicaron en 1922 el gran manifiesto del vanguardismo gallego, titulado Máis Alá. Un manifiesto “iconoclasta”, con el que “la ruptura se hace programa”. En este manifiesto Manuel Antonio rechazó muchos de los logros de los tres poetas legendarios de Galicia, Rosalía de Castro, Curros Enríquez y Eduardo Pondal, y propuso un cambio de rumbo en la poesía, que debía, según él, acercarse a los gustos de los intelectuales. Las propuestas de Manuel incluyen una visión poética completamente nueva, la supresión de los temas que se repetían constantemente en la poesía y una nueva interpretación del paisaje, tema ya consumido. Unos años más tarde, publica Manuel Antonio su obra cumbre: la colección de poemas De catro a catro, una obra clave, que va a marcar decididamente el desarrollo de la poesía gallega.
De catro a catro (1928) es el primer poemario íntegramente vanguardista de la literatura gallega y se considera como obra de orden primordial en la poesía gallega contemporánea. Libro caracterizado por su complejidad y hermetismo, se compone de 19 poemas que fueron escritos en los años 1926 y 1927, cuando el poeta realizaba las prácticas de piloto de una marina mercante y viajaba por el Mediterráneo. El libro lleva el elocuente subtítulo de Follas sen data d´un diario d´abordo y en él se describen sus experiencias de estos viajes. Pero en el poemario el poeta no recorre a anécdotas, datos geográficos o nombres comprobables. Sólo aparentemente es un diario, pero no hay fechas ni lugares, sólo su experiencia personal. El libro no es el resumen de un viaje, sino su consideración de la vida en un viaje.
Para Tarrío Varela, el libro constituye “o caso máis orixinal e profundo que a poesía galega dedicou ó mar”. En el mar el poeta quiere huir de la vida burguesa, buscar lo absoluto en la aventura que puede ofrecer el océano. No obstante, el viaje descrito en el libro no conduce a ninguna parte. Es un proceso esotérico que representa para el yo poético una experiencia espiritual, algunas veces inquietante y siempre nueva. El mar que encuentra el yo poético es desconocida y extraña, llena de símbolos, que se transforma de este modo en la metáfora de su vida. Las señales poco a poco desvanecen y el barco de Manuel Antonio permanece en un mar sin riveras y sin horizontes, rodeado de cielo; un mar interno y vasto, un lugar desierto:
Sós
Fomos ficando sós
o Mar o barco e mais nós.
Roubaron-nos o Sol
O paquebote esmaltado
que cosía con liñas de fume
áxiles cadros sin marco
Roubaron-nos o vento
Aquel veleiro que se evadeu
pol-a corda floxa d' o horizonte
Este oucéano desatracóu d'as costas
e os ventos d' a Roseta
ourentaron-se ao esquenzo
As nosas soedades
veñen de lonxe
como as horas d' o reloxe
Pero tamén sabemos a maniobra
d' os navíos que fondean
a sotavento d' unha singladura
N-o cuadrante estantío d'as estrelas
ficou parada esta hora:
O cadavre d'o Mar
fixo d'o barco un cadaleito
Fume de pipa Saudade
Noite Silenzo Frío
E ficamos nós sós
Sin o Mar e sin o barco
nós.
Éste nos parece uno de los poemas dedicados a la soledad más grandes de todos los tiempos, en todas las literaturas. En pocas líneas encierra la profunda tristeza de un ser humano, una tristeza vaga y sosegada, que parece permanente.
Manuel Antonio es el gran poeta de la noche, de las estrellas, de la inmensidad del mar como símbolo del alma insatisfecha. Es el que nos ofrece una completa visión de la vida a través de un mar abstracto y desconocido, construido a la base de una metáfora incesante. Pero, por más de todo, es el gran lírico de la saudade:
Os cóbados no barandal
Atopamos esta madrugada
na gaiola do mar
unha illa perdida
Armaremos de novo a gaiola
Vai a saír o Sol
improvisado e desorientado
Xa temos tantas estrelas
e tantas lúas sumisas
que non caben no barco nin na noite
Xuntaremos paxaros sen xeografía
pra xogar coas distancias
das súas ás amplexadoras
E os adeuses das nubes
mudos e irremediábeis
E armaremos unha rede de ronseis
pra recobrar as saudades
coa súa viaxe feita
polos océanos do noso corazón.
La tierra que le recibe no lo hace con los brazos abiertos, sino caídos por el sueño.Cuando termina la aventura pretendida, se producen en el corazón del poeta sentimientos tristes: en el mar el poeta no puede satisfacer su deseo vehemente, sino que halla la soledad, la monotonía existencial, y también el deseo de nuevos rumbos, si bien sabe que nunca encontrará la plenitud anhelada.
En el lenguaje del poemario, trabajado de una manera que se aparta de lo ordinario, la capacidad de introducir en sus poemas el léxico marinero, aun dialectal, utilizando también anglicismos, germanismos, etc., la introducción de un lenguaje técnico, completamente inusual en una obra poética e inexistente en la poesía gallega hasta aquel momento, nos muestran el ansia de cuidado respecto a la forma por parte del poeta, quien logra de este modo una obra de excepcional y extraordinaria belleza.
De catro a catro es una obra que abre nuevos caminos en la poesía gallega, que deja de seguir las tendencias predominantes hasta entonces y, desde un punto de vista individual, aporta algunas de las novedades vanguardistas existentes en su época. En el libro se manifiestan las influencias de autores como Vicente Huidobro o Pierre Reverdy, por lo que podemos decir que se inscribe dentro de la línea del creacionismo, aunque también podemos rastrear elementos ultraístas, cubistas, hilozoístas e saudosistas, sin que se pueda decir que algún elemento predomine sobre los demás.
La métrica del libro es irregular, con verso libre, la rima es casi ausente y no existe puntuación. Damos como ejemplo uno de los poemas claves de su libro, en el que nos presenta la desesperación de un ser humano que no ha encontrado lo que deseaba y que la muerte parece como el último remedio:
Ao afogado
O vento aínda escovaba
cas poutas de escuma
na xerfa
máis cadaleitos
Ibas xuntando soedades
por un burato do Mar
chopaches un día a buscarte
A noiva goleta
enloitada de branco
que cose con roitas esquencidas
acena no vento as súas velas
como ese pano das despedidas.
Veamos el primer poema, el más característico del libro, que desempeña el papel de una introducción, en la que el poeta nos expresa sus intenciones:
Intencións
Encherémo-las velas
ca luz náufraga da madrugada
Pendurando en dous puntos cardinaes
a randeeira esguía
do pailebote branco
Cas súas mans loiras
acenan mil adeuses as estrelas
Inventaremos frustradas descobertas
a barlovento dos horizontes
pra acelerar os abolidos corazóns
dos nosos veleiros defraudados
Halaremos polo chicote
dun meridián innumerado
Na illa anónima
de cada singladura
esculcaremos o remorso da cidade
Ela noitámbula desfollará
como unha margarida prostibularia
a Rosa dos Ventos do noso corazón
Encadearemos adeuses de escuma
pra tódalas praias perdidas
Xuntaremos cadernos en branco
da novela errante do vento
Pescaremos na rede dos atlas
ronseles de Simbad
E cazarémo-la vela
sobre o torso rebelde das tormentas
pra trincar a escota dunha ilusión.
Podríamos decir que este poema es el resumen del libro. El poeta hace patentes sus intenciones, sus esperanzas e ilusiones, por lo que cada estrofa se introduce con los verbos en futuro (encheremos, inventaremos, halaremos, encadearemos, cazaremos). Todo el poema se sitúa en un ambiente nocturno (luz náufraga da madrugada, estrelas, noitámbula) y predominan los adjetivos que expresan tristeza, angustia y agobio (luz náufraga, frustradas descobertas, abolidos corazóns, veleiros defraudados, praias perdidas, etc.). El ritmo es ausente y faltan los signos de puntuación, excepto el punto final que cierra el poema. El léxico marinero se encuentra por todas partes: vela, pailebote, barlovento, alar, chicote, meridiano, singradura, rede, cazar a vela, trincar a escota.
El último poema del libro, titulado Adeus, cierra así:
Eu cacheaba tódolos segredos
das miñas mans baleiras
porque algo foi que se perdeu no Mar
alguén que chora dentro de min
por aquel outro eu
que se vai no veleiro
pra sempre
coma un morto
co peso eterno de tódolos adeuses.
Vemos aquí esta sensación de fracaso que mencionamos más arriba. La vuelta del poeta es en verdad una vuelta física, una vuelta a la realidad, a lo conocido, y señala la despedida a su ilusión, a la búsqueda de su ideal. Y también es una vuelta parcial, ya que el poeta ha perdido algo esencial en el mar, haciéndose dividido en dos partes: el otro Manuel Antonio permanecerá para siempre en las aguas de aquel mar anhelado, si bien nunca encontrará la plenitud que buscaba.
Εγγραφή σε:
Σχόλια ανάρτησης (Atom)
Δεν υπάρχουν σχόλια:
Δημοσίευση σχολίου